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La depresión es un desorden mental que se ha colocado como una de las causas principales de problemas de salud en todo el mundo. Ante este panorama, la industria farmacéutica de innovación se ha comprometido en encontrar tratamientos que respondan a las necesidades de los pacientes.

Actualmente, se tienen más de 135 medicamentos en desarrollo para atender enfermedades mentales, de los cuales 29 están enfocados a tratar la depresión. En los últimos años, el trabajo de la industria farmacéutica de investigación se ha enfocado en elevar la calidad de vida de los pacientes y, al mismo tiempo, apoyar los esfuerzos por generar conciencia sobre esta enfermedad mental sobre la que aún hay un gran estigma.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas en todo el mundo viven con depresión y, en la Región de las Américas, el número de afectados es cercano a los 50 millones.

En México, se estima que 9.2% de la población ha sufrido depresión, que una de cada cinco personas la presentará antes de los 75 años y que los jóvenes son quienes presentan mayores tasas de esta enfermedad. De la misma forma, la depresión representa el primer lugar de discapacidad en mujeres y el noveno en hombres.

En el marco del Día Mundial de la Salud, que se conmemora cada 7 de abril en reconocimiento de la fundación de la OMS en 1948, este año se eligió como tema central a la depresión pues es una de las enfermedades que más impacto causa a la salud y la economía de los países.

Estamos hablando de una condición que puede afectar a cualquier persona sin importar sexo, condición social, raza o edad. Es un padecimiento muy grave que provoca angustia mental, que afecta la capacidad de las personas de realizar sus actividades cotidianas y que, en el peor de los casos, puede llevarlas al suicidio.

En México, según el estudio “El impacto de la salud en la productividad: Caso de la industria automotriz mexicana” realizado por la AMIIF y ManattJones, el desorden depresivo mayor figura como una de las enfermedades con mayor impacto económico y social. En total, junto a otras enfermedades como diabetes, hipertensión o enfermedades respiratorias, genera una pérdida de valor agregado por hasta mil 147 millones de pesos.

El creciente número de personas que viven con depresión y el poco acceso a tratamiento, son un fuerte llamado de atención para aumentar la inversión en esta área. Hoy, desafortunadamente, son muchos los países donde hay poco o nulo apoyo para las personas que viven con algún trastorno mental; por ejemplo, en países con altos ingresos, cerca del 50% de personas con depresión no recibe tratamiento.

A nivel mundial, sólo el 3% del presupuesto de salud se invierte en salud mental, variando del 1% en países de bajos ingresos a 5% en países de altos ingresos. A través de un estudio, la OMS calculó los costos de tratamiento y resultados de salud en 36 países de ingresos bajos, medios y altos durante 15 años (de 2016 a 2030) y concluyó que los bajos niveles de reconocimiento y acceso a la atención de la depresión y otros trastornos comunes, generan una pérdida económica global de un billón de dólares anuales.

Este panorama refuerza la necesidad de que la depresión reciba la atención adecuada y que todos los países del mundo inviertan mucho más en su tratamiento. Se trata de mejorar la calidad de vida de las personas frente a un padecimiento silencioso y de difícil diagnóstico, pero también de terminar con una espiral que afecta a la competitividad de las empresas, la productividad de los países y a la economía global.

Los números son muy claros. El estudio de la OMS señala que cada dólar invertido en ampliar el tratamiento para la depresión y la ansiedad, generará un retorno de 4 dólares visibles en una mejor salud y habilidad para trabajar en las personas.

En este Día Mundial de la Salud, derribemos las barreras que impiden el acceso a tratamiento y destaquemos la necesidad de invertir en investigación clínica para robustecer las opciones innovadoras para enfrentar a la depresión. Si los pacientes, los gobiernos, los empresarios y toda la sociedad trabajamos juntos, podremos avanzar mucho más rápido para el tratamiento óptimo de esta condición.

 

Referencias

Organización Mundial de la Salud

Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”

Phrma

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