Nuestra capacidad para sentir dolor es una ventaja que nos puede salvar la vida pero el dolor crónico es un problema de salud pública que afecta a un elevado porcentaje de la población mundial; se estima que aproximadamente 1 de cada 5 adultos en el mundo sufren de dolor y 1 de cada 10 adultos es diagnosticado con dolor crónico cada año.
Tradicionalmente se ha considerado al dolor, ya sea agudo, crónico o intermitente, como el resultado de una enfermedad y esa perspectiva se ha interpuesto en el tratamiento del dolor como una enfermedad por sí mismo. En 2001, la Federación Europea de Secciones de la IASP (EFIC) lanzó la campaña del Día Global Contra el Dolor y en octubre de 2004, con el apoyo directo de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), la ONU, y la Organización Mundial de la Salud, se inició la campaña del Año Mundial Contra el Dolor con el lema “El Alivio del Dolor Debe ser un Derecho Humano”.
La campaña de este año está dirigida al alivio del dolor en las articulaciones, con las siguientes acciones:
- Diseminación de información acerca del dolor en articulaciones.
- Conectar a los investigadores en dolor con los profesionales de la salud que interactúan con los pacientes.
- Incrementar la conciencia acerca del dolor en articulaciones en gobiernos, medios informativos, público en general y organizaciones de pacientes alrededor del mundo, y
- Alentar a los líderes de los gobiernos, instituciones de investigación, y demás individuos y organizaciones para que apoyen la investigación dirigida al desarrollo de métodos de tratamiento más efectivos y accesibles y con mejores resultados para las personas con dolor en las articulaciones.
Las consecuencias del dolor crónico van más allá de los inconvenientes directos que esto presenta para las personas afectadas. El dolor crónico es en muchas ocasiones causa de otras condiciones que multiplican su impacto; para dar un ejemplo, una persona con dolor tiende a permanecer en un estado de sedentarismo, lo que puede generar una condición de obesidad y el desarrollo de afecciones relacionadas a esta. Las secuelas del dolor crónico pueden incluir estados de depresión, problemas sociales y económicos, e incluso pensamientos suicidas; por estas razones, el sector salud debe considerar al dolor como una prioridad de salud pública y destinar los recursos materiales y humanos necesarios para poder brindar el apoyo requerido.
La importancia de los cuidados paliativos de los pacientes con dolor van más allá de la atención de los síntomas físicos, el apoyo psicológico es especialmente relevante. Los servicios de salud en México cuentan con múltiples clínicas dedicadas al tratamiento del dolor, tanto privadas como públicas, en las que se proporciona asistencia especializada; sin embargo, una encuesta realizada por la Secretaría de Salud en octubre de 2013 indicaba que existían apenas más de 80 clínicas del dolor en la república mexicana, habiendo entidades que no contaban con ninguna, lo que refleja la falta de atención en este rubro, particularmente si tomamos en cuenta que alrededor de 30 millones de mexicanos sufren de dolor crónico.
No solo el origen del dolor debe ser tratado, también el dolor en sí mismo requiere de una atención particular y esta atención debe integrarse al tratamiento entero. Para esto, el trabajo de investigación y desarrollo de la industria farmacéutica es un apoyo fundamental, como lo indica el Dr. Eduardo Nuche, presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y el Tratamiento del Dolor (AMETD), en su invitación al Congreso Mexicano de Dolor y Cuidados Paliativos a celebrarse en la ciudad de Querétaro, del 19 al 22 de octubre de este año. Desde 1981, la AMETD realiza labores de difusión y promoción enfocadas al tratamiento del dolor en todas sus manifestaciones.
Las campañas contra el dolor de la IASP de los próximos años estarán enfocadas al dolor postoperatorio (2017) y a la excelencia en la educación sobre el dolor (2018).
Debemos tomar en cuenta que la población mundial está en un proceso de envejecimiento y junto con este proceso, entre otras condiciones, se incrementan tanto la prevalencia como la incidencia de enfermedades no transmisibles, lo que significa que la incidencia de dolor crónico en la población mundial también irá en aumento. El apoyo y la participación de todos es indispensable.
La AMIIF apoya la campaña del Año Mundial Contra el Dolor en las Articulaciones en un esfuerzo más por llevar a cabo acciones para promover la salud de nuestra población.
Fuentes:
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr70/en/
http://www.iasp-pain.org/Advocacy/Content.aspx?ItemNumber=1625
http://www.iasp-pain.org/globalyear
http://bmcpublichealth.biomedcentral.com/articles/10.1186/1471-2458-11-770
