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Como producto de un accidente es que Alexander Fleming descubre el que sería uno de los mayores avances para el sector salud de todo el mundo: la penicilina.

Alexander Fleming, un golpe de suerte para la Salud Pública info

Precediendo a éste, ya había dado con el hallazgo de la lisozima, una enzima que facilita la ruptura de las membranas de ciertas bacterias. También se dio de manera fortuita al exponer cultivos de bacterias a la mucosidad nasal de un paciente con catarro.

Fleming trabajó como médico en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial. Su observación de investigador nato le permitió descubrir ahí que el uso de antisépticos a menudo empeoraba las lesiones.

Dedujo entonces: los antisépticos son efectivos para las heridas superficiales, no con las lesiones profundas. Por medio de varios experimentos lo demostró y presentó en un artículo para The Lancet, una revista médica especializada.

Alexander Fleming nace el 6 de agosto de 1881 en Escocia. Al recibir la herencia de un tío suyo, es exhortado por su hermano Tom, joven ya inmerso en la práctica médica, a utilizar los recursos en seguir sus pasos.

Es así que entra a la Escuela de Medicina del Hospital St. Mary, en la especialidad en Medicina y Cirugía.

Fleming elige estudiar allí porque, cuando joven, compitió en water polo contra ese equipo; más adelante, se uniría al club de tiro de esa unidad.

Debido a su talento deportivo, el capitan del club buscó retener a Alec –como le llamaban– en el centro de estudio; le plantea continuar en el equipo y además unirse al departamento de investigacion de la escuela. Ahí se convierte en bacteriólgo y asiste a Sir Almroth Wright, pionero de la vacunación y la inmunología.

Para 1908, Fleming ya había obtenido el título de Licenciado en Ciencias con medalla de oro.

La inquietud de este personaje, sobre todo su interés en encontrar medios para combatir infecciones, eran ya evidentes, por ejemplo, con el uso que hacía del Salvarsan o “Compuesto 606”, desarrollado por el médico alemán Paul Ehrlich para tratar la sífilis. Fleming fue de los pocos médicos en Londres apto para suministrarlo vía intravenosa.

El que fuera su laboratorio, ahora es el Museo Fleming, lugar en el que sucediera el famoso descubrimiento de la penicilina en septiembre de 1928. No obstante esta fecha, es tras un periodo de doce años más que se da el seguimiento necesario para que la penicilina pudiera ser producida en masa y administrada a la población en general.

Fleming publica sus hallazgos en 1929, pero se debió esperar a que Howard Florey y Ernst Chain unieran fuerzas, así como al apoyo de los gobiernos americano y británico para que la producción del antibiótico se consolidara en beneficio para los servicios de salud.

En 1945, Fleming, Florey y Chain compartieron el Premio Nobel en Fisiología o Medicina.

 

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